reto a takeshi aoyama

**yojiro_akizuki** Lun Ene 11, 2010 3:52 pm

condiciones: lugar: pradera en sekigahara, clima: nublado, templado, hora: medianoche
comienzo: retador. yojiro akizuki

** Cientos de batallas han transcurrido en este legendario campo de batalla vuelto un santuario para las almas que reposan calmadamente tras haber caido en batalla....

Este lugar a la medianoche es apenas visible ya que la luna se halla oculta tras un velo que son las nubes, sin embargo el terreno es plano, de modo que no habrá myores dificultades de las cuales un guerrero experimentado deba preocuparse, perfecto para correr...

Por un sendero que atraviesa aquel campo, marcado ya por los cientos de caballos que han atravesado aquel lugar, un hombre de estatura mediana atraviesa a pie, a paso moderado, lo que se puede vislumbrar de él, es su vestimenta oscura, la cual consiste en una camisa blanca, na pañoleta azul al cuello, una hakama azul marino la cual tiene una extension sobre el pecho del joven, y por las mangas cubriendo sus brazos y por encima lleva una capa negra la cual le llega hasta la cintura, su calzado traicional japones son sandalias de varias tiras de cuero y finalmente porta en su cintra su espada, su alma, la cual lleva por nombre "getsuruito", "lagrima de luna "....

Es de joven aspecto, cabellera color cafe y ojos azulados que expresan una mirada cortante como el acero, su espada reluce aun sin estar la luna presente, Yojiro estaba tranquilo, su mente estaba practicamente en blanco ya que debia permancer alerta el camino podria tener dificultades...**

**Takeshi Aoyama** Lun Ene 11, 2010 5:58 pm

** La hierba es aplastada por el peso de un pie calzado en una alpargata de madera fina. Los hundimientos del cesped se van replegando por el lugar en dirección sur, dirección fija que toma la persona que pasea por la pradera. Un kimono blanco, limpio, que representa la pureza, con un cinturón negro que lo sujeta, que representa la experiencia, son la vestimenta en conjunto, única y fija, del hombre que hace aparición en Sekigahara. En su zurdo costado, a la altura de la cadera, lleva una katana envainada, sujeta por una cuerda que bordea a la chaqueta del kimono, por el fleco del nudo de ese lateral. La funda de dicha katana es negra y por lo tanto apenas es visible, al igual que el cinturón, por encontrarse en esa hora del día y en esa climatología ambiental que impide una visualización plenamente eficaz del terreno. Su pelo al ser negro y abultado, le hace pasar también desapercibido, pero sería aquel kimono blanco, un punto blanco en mitad de un vacío negro, el que haría posible su identificación visual en el terreno.

Su mano izquierda está apoyada en el mango de la katana con naturalidad. Los dedos están caídos hacia abajo y la muñeca reposa sobre el círculo que separa mango de espada.
A pesar de no haber una visualización plena, aquel sujeto puede ver bien, y por ende logra divisar a otra persona entre el oscuro prado. Seguramente sea la persona con la que quedó en este mismo punto para entrenar, aunque es posible que no, y por lo tanto, prefiere asegurarse antes que cometer un error.

- Takeshi Aoyama se presenta en el campo de batalla. ¿Sois vos Yojiro Akizuki? -

Su voz imponente se alza con bravura en el aire del prado, guiada por el viento algo frío por la caída de la medianoche. Grave, sin ronquedad, limpia y pura, varonil y de vocablos rápidos. Así se dirige aquella frase hacia oídos ajenos.

Sea o no su rival acordado, podría ser igualmente una amenaza que evitar y controlar, y por lo tanto aquel hombre, conocido por ser un maestro marcial, está presto con sus cinco sentidos a defenderse. Sl susurro del viento a sus oídos llega como si fuera mensajero espía de la persona ajena; el frío que siente en su cuerpo provocado por el paso del viento es para su tacto una protección para su sentido, pues cualquier variación sería notable; el aroma que se desprende del prado llega a su nariz con naturalidad, e igualmente le avisa de cualquier accidente terrenal; su vista es lo más esencial, pues gracias a ella podrá ver, observar, analizar visualmente, cualquier acontecimiento. Su gusto parece quedar fuera, pero igualmente es útil, su utilidad no se es conocida...
Así se mantiene aquel maestro, quedo en su posición, firmemente en pie y quieto, detenido a unos 20 metros de aquella persona desconocida y de frente, con la mirada posada fijamente en la figura ajena. **

**yojiro_akizuki** Lun Ene 11, 2010 8:33 pm

** Yojiro se encontraria a 20 metros de alguien que hasta el momento,debido a la escasa visibilidad le resultaria desconocido, sin embargo oiria de aquel hombre su propio nombre siendo pronunciado , el cual le indicaba que aquel hombre le conocia , asi que manteniendo su serenidad comenzaria a caminar hacia èl deteniendose a 10 metros, ya habiendolo ubicado por su voz, yojiro diria muy serio ...

- hai, mi nombre es Yojiro Akizuki.... quien ha de enfrentarle...-

Tras haber caminado y detenido, llevaria la mano zurda a la funda de la espada para sujetarl mientras que con la diestra mano desenfundaria la espada con calma ya que la distancia le proporcionaba el tiempo justo, ya teniendo la espada soltaria la mano zurda de la vaina sujetando la empuñadura, al mismo tiempo desplaza el pie derecho hacia atras, quedando de frente parcial a su rival, poniendo el mango de la espada totalmente horizontal frente a su rostro, la punta de la espada apunta hacia su oponente, la pierna derecha esta semiflexionada, con un 70% del peso corporal del samurai en ella....

Era una postura de batalla personalizada, nada convencional, tras adoptar esa postura y habiendo transcurrido 4 segundos, presionaria la pierna derecha a modo de impulso y echaria a correr hacia Aoyama, velozmente, estando cerca se abriria a un angulo de 45 grados por la diestra de aoyama, siendo su ultimo paso con el pie derecho y soltando la mano izquierda, realizaria un corte horizontal
dirijido a la zona intercostal de aquel maestro para comenzar...**
reto a takeshi aoyama Akizuke-annoyed

**Takeshi Aoyama** Mar Ene 12, 2010 6:44 pm

** Escucha con atención sus palabras de afirmación y seguidamente se prepara mentalmente pa la batalla. Ningún pensamiento imaginativo invade su mente, pues no existe el pensamiento, únicamente el instinto natural que caracteriza a un maestro. Su mano izquierda se acomoda en el mango en preparación, con el dedo pulgar detrás del dorado redondel que separa el mango de la espada, envainada aún.
Un único punto es blanco de su visión: los ojos, no muy buenamente visibles, de su actual adversario, sin perderlo de vista. Sus ojos siguen el desplazamiento del rival con atención, aun cuando se desplaza para correr hacia él, por su flanco diagonal derecho, sigue observándolo, sin hacer otra cosa. El resto de sentidos también forman parte del juego, pues sus oídos escuchan analíticamente el golpeo natural de los pies ajenos contra el suelo de la pradera, así como el del sonido de la hoja que viene en su contra, directa a ensartarse en su costillar derecho de no hacer nada por evitarlo.
Es entonces cuando aquel maestro toma iniciativa de sus actos. El ataque rival viene en su contra, pero gracias al uso de sus sentidos, expuestos plenamente en el combate, se anticipa a la tragedia. En una milésima de segundo, gracias a su velocidad, a su agilidad y a sus reflejos, el maestro mueve su pierna izquierda hacia adelante, tomando de apoyo la derecha que, nada más apoyar el pie siniestro en el suelo, se levantaría del suelo escasamente y rodearía el suelo en un semicírculo, quedando así el maestro de perfil y en evasión elegante y plena de la estocada horizontal del enemigo. En su ágil desplazamiento, su dedo pulgar empuja el aro dorado anclado al mango, por lo cual sobresalen 2 centímetros de la espada. En esta corta separación su mano derecha agarra el mango con fuerza, sujetándolo del revés, como si empuñara un puñal. Es entonces, en el giro efectuado para la evasión, cuando guía su brazo derecho la katana en desenvaine, en el momento en el que el maesto queda de perfil al rival de fallido ataque horizontal, para así, con un ágil movimiento, ir directamente su espada a chocar contra la ajena, en el momento del desenvaine, para buscar así el poder desviar la katana del rival de su ubicación. Acto seguido, en ese mismo segundo de acciones, el maestro gira nuevamente con los pies anclados en el suelo, para quedar de espaldas al rival y con la katana en su costado derecho, bajada, y punzante hacia atrás, en contra del estómago cercano del rival posiblemente desestabilizado (por el choque anterior de espadas). Un contraataque elegante, limpio, puro, fresco, de herida mortal y en pleno uso de las facultades de aquel maestro característico por su velocidad y agilidad a la hora de empuñar un arma.
Su rostro queda girado a la derecha para ver de reojo los ojos del adversario, además de, gracias a una visualización general, la ubicación exacta de su espada, forzando la vista para ello por el rabillo de ojo divisando lo dicho. **

**yojiro_akizuki** Miér Ene 13, 2010 7:35 pm

** Yojiro habria lanzado un ataque horizontal en estoque hacia el cuerpo, zona intercostal derecha de aquel maestro, el cual segun los calculos de Yojiro reaccionaría ante aquella situacion impecablemente a lo que proseguiría con el combate de manera inmediata...

Cuando Yojiro lanzara su ataque, en su avance, su ultimo paso seria dado con su pie derecho, solo tendría el metatarso del mismo apoyado en el suelo, sin embargo el ataque sería lanzado con un 80% de su poder, a modo de no quedar inclinado hacia adelante en la ejecucion, cosa que seria peligroso...

El maestro elude el ataque con gran facilidad, y no siendo poco dando un rápido giro con su espada siendo desenvainada, logra, mediante un choque de espadas desviar la espada de Yojiro junto con su brazo derecho, pero Yojiro siendo conciente de la desviacion reaciona a maxima velocidad a modo de igualar la suya con la del maesto...

en el preciso momento en que ambas espadas hacen contacto para desviar la agresora, yojiro, impulsandose con su pie derecho hacia atras,realizando un desplazamiento rectilineos sumamente rápido y explosivo se aleja lo suficiente como para que la espada de su oponente no le alcanze ya que no podría realizar mayor accion en esas milesimas de segundo, la punta de la espada del maestro quedaria exactamente a dos centimetros aproximadamente del vientre del joven...

Yojiro bajaria la espada en aquel instante sosteniendola por la mano derecha a la cual enfudaria en la saya manteniendose a distancia segura sin perder segundo entre evasion y preparacion, a lo cual realizaria nuevamente otro ataque ya que aquel maestro se hallaba de espaldas y con la espada reposando en su diestro lado apuntando hacia atrás...

Lo que haría Yojiro esta vez sería dar un impulso hacia el lado izquierdo de aoyama, nuevamente a 45 grados, rapido de manera tal que sería su maxima velocidad y fuerza,siendo su ultimo paso con la pierna izquierda esta vez, desenfunaria nuevamente la espada en un corte horizontal pero circular ( no estocada) al brazo y torso del maestro a la altura del codo en caso del brazo y costillar en su defecto...

solo valiendose del poder de su brazo derecho mientras que la mano izquierda permanece aferrada a la saya, toda la palma de la mano izquierda en ella la cual ni bien saliera la espada de la saya por completo, comenzaria a ser deslizada...

solo se oiria un grito en el calor de la batalla que reflejria el espiritu de yojiro en batalla

- HIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!-

**

**Takeshi Aoyama** Sáb Ene 16, 2010 7:34 pm

** A dos centímetros escasos queda la punta de su katana separada del vientre ajeno. Dos centímetros que no significan una gran separación. El pie izquierdo del maestro Aoyama se desplaza hacia atrás, con la pierna en seguimiento, lo que provoca que el cuerpo de Aoyama se desplace a la vez hacia atrás, de espaldas al rival que envaina su espada a esa escasa distancia, en un rapidísimo movimiento. Un simple gesto rápido y ágil le basta al maestro Aoyama para hacer que esa separación de dos centímetros se convierta en un número negativo, es decir, que la katana se inclina en su misma línea hacia el vientre, prácticamente apegado a la punta del arma, para perforarlo. Es el empuje de su mano izquierda lo que provoca esta acción, pues el mango del maestro se desplaza por su mano, quedando su mano derecha sujetando la katana desde la otra punta; ahora el círculo dorado que separa las piezas del arma (mango - katana) está distanciado, y esa esa distancia, en conjunto al desplazamiento hacia atrás de Takeshi, lo que provoca la acción. El maestro Aoyama, con la finalización de lo que fue su ataque en estocada, elegante y sutil, demostraría así su maestría estratégica en toda situación.

La mirada de Takeshi, como anteriormente, se mantiene fija en el cuerpo ajeno, visualizando todo él e incluso sus alrededores en una porción justa.

El mero hecho de que la espada del rival está envainada, además de la proximidad fatal de la punta de su katana con el abdomen ajeno, demuestra que el desastre...no tiene solución (¿o sí?). **

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